El Consejo de Seguridad convocó de emergencia a una reunión, en la que el secretario general de la ONU sentenció que la región «está al borde del abismo».
Tras el reciente ataque de Irán a Israel, representantes de ambas naciones cruzaron acusaciones en la reunión de este domingo del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), convocada de emergencia por la crisis en Medio Oriente.
En este marco, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que la región «está al borde del abismo».
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, dijo que Irán “debe ser detenido antes de que lleve al mundo a un punto sin retorno, a una guerra regional que puede escalar a una guerra mundial”.
Erdan acusó a Irán de buscar la “dominación mundial” y que su ataque demostró que a Irán “no le importa nada, nada del Islam o los musulmanes” antes de sacar una tableta para mostrar un video de Israel interceptando drones iraníes sobre la Mezquita Al-Aqsa de Jerusalén.
«Para Irán, la aniquilación de Israel y el incendio de la región son más importantes que los lugares sagrados islámicos», comentó, y agregó: “La estrategia de Irán ha sido muy clara. Armar, financiar y entrenar a aliados del terrorismo en todo el mundo para llevar a cabo el plan criminal de dominación de Irán”.
Irán “expuso su verdadero rostro ante los desestabilizadores de la región y del mundo, y ahora es cuando el mundo debe dejar de ignorar los crímenes de Irán y tomar medidas”, dijo Erdan.
“La única opción es condenar a Irán y utilizar todos los medios necesarios para hacerle pagar un alto precio por sus horribles crímenes”, sostuvo el embajador israelí.
Erdan pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que designe al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI) como organización terrorista. “Se deben tomar medidas ahora, no por el bien de Israel, ni por el bien de la región, sino por el bien del mundo. Detengamos a Irán hoy».
En tanto, el embajador de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, dijo que la operación de su país fue “enteramente en el ejercicio del derecho inherente de Irán a la defensa propia, como se describe en el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y reconocido por el derecho internacional”.
«Esta acción concluida fue necesaria y proporcionada», dijo Iravani, y agregó que la operación fue «precisa y sólo tenía objetivos militares» para reducir el potencial de una escalada y evitar daños a los civiles.
«Irán nunca busca contribuir a la extensión del conflicto en la región, ni tampoco escalar o extender la tensión a toda la región», afirmó.
Iravani dijo que Irán “no tiene intención de entrar en conflicto con Estados Unidos en la región”, pero advirtió que Irán utilizará su “derecho inherente a responder proporcionalmente” si Estados Unidos inicia una operación militar contra “Irán, sus ciudadanos o su seguridad”.